¿Por qué el PRI debe gobernar?

La historia es un testigo irrefutable, nadie lo puede negar, que México, en los últimos 63 años, debe su desarrollo y estabilidad política al Partido Revolucionario Institucional. Siendo éste, la única institución política hoy en día que promueve el diálogo y trata de aglutinar los diversos intereses de la sociedad mexicana.

Es el nuevo PRI la estructura política más consolidada a lo largo y ancho de la República mexicana, cuenta con 19 gubernaturas manteniendo una clara empatía con sus militantes a nivel regional; mantiene la estabilidad política y social en muchas de las entidades federativas donde gobierna, por ello la preferencia de sus electores.

La alternancia democrática que hoy vivimos fue promovida por el PRI y desde 1989, cuando el PAN gana por primera vez una gubernatura (Baja California), empieza a demostrar su incapacidad política y estructural para gobernar. Optando siempre por el camino de la desacreditación de la oposición, y no por el camino del consenso y el diálogo para construir una mejor sociedad.

Luego, a partir de 1997, cuando el PRD llega al gobierno del Distrito Federal, la historia vuelve a repetirse, pero ahora, aderezada con más corrupción y violencia. Males cotidianos que los habitantes de la Ciudad de México siguen padeciendo, como un trasporte deficiente, inseguridad y la falta de agua, por sólo mencionar algunos.

Ahora, desde al año 2000, donde el PAN ocupa la Primera Magistratura del País, los mexicanos, sin importar ideología o clase social, somos víctimas y testigos de un lamentable retroceso del país, en lo económico, en lo social, pero sobre todo en nuestras libertades políticas y de expresión.

Hoy, esa oposición sólo busca la polarización que divide o se escuda en la descalificación y la guerra sucia, pero más de 60 años de una historia de desarrollo y estabilidad nacional, son la mejor muestra de que el candidato para ganar las elecciones del próximo 5 de julio, es el Nuevo PRI, elige creer.